
Con el año y medio de edad que tenía al dejar Chile, el conocimiento de su tierra tuvo que formarse a través de las referencias, el acento y las costumbres de sus mayores. Estos y otros indicios de su identidad, que cobraron formas más definitivas en sus posteriores viajes a Chile para presentar sus películas, hicieron que mantuviese su doble nacionalidad, no obstante sentirse y declararse español. Y si bien parece poco probable que haga cine político, dado el estilo de su filmografía, no descarta rodar en el futuro una película sobre aquellos funestos acontecimientos que cambiaron la historia de su país el 11 de septiembre de 1973.
Alejandro Amenábar
Apasionado por las imágenes, más que por los juegos infantiles, el niño Amenábar ocupaba su tiempo libre entre cintas de vídeo. Vio decenas de veces su película favorita, 2001: una odisea del espacio (1968), de Kubrick, algo que seguramente lo vincula a algunos compañeros de generación, aunque en su caso existía una peculiaridad: para Amenábar, las imágenes eran indisolubles de la música de fondo.
Una apreciación que le aficionó a las bandas sonoras, lo convirtió en coleccionista y le orientó más tarde a la composición musical y a la convicción de que, si no fuera director de cine, sería músico. De hecho, con su Macintosh, un secuenciador multipistas, un teclado, una mesa de mezclas y varios sintetizadores ha compuesto la música no sólo de todas sus películas sino también de Nadie conoce a nadie, de su amigo Mateo Gil, y La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda.
Suspenso universitario en realización
En 1990 inició sus estudios de imagen y sonido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, pero ya entonces se sentía urgido por poner en marcha sus primeros proyectos como realizador, y así lo hizo, so pena de perder no pocas clases. Cuando casi le tocaba licenciarse, abandonó los estudios por culpa de un suspenso: la asignatura era precisamente realización.
Por entonces ya había rodado sus primeros cortometrajes, en los que no sólo ejerció de director, sino también como guionista, protagonista, autor de la banda sonora y montador: La cabeza (1991), que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA), e Himenóptero (1992), cuya proyección en el Festival de Elche despertó los elogios de Bigas Luna y el interés de otro director, José Luis Cuerda, quien a partir de entonces ejerció de mecenas del joven realizador.(Santiago de Chile, 1972) Cineasta español. Aunque Alejandro Amenábar nació el 31 de marzo de 1972 en la capital chilena, sólo residió en su ciudad natal hasta agosto del año siguiente, cuando sus padres, dos semanas antes del golpe de estado de Augusto Pinochet, decidieron emigrar a España y se instalaron en Madrid.
Con el año y medio de edad que tenía al dejar Chile, el conocimiento de su tierra tuvo que formarse a través de las referencias, el acento y las costumbres de sus mayores. Estos y otros indicios de su identidad, que cobraron formas más definitivas en sus posteriores viajes a Chile para presentar sus películas, hicieron que mantuviese su doble nacionalidad, no obstante sentirse y declararse español. Y si bien parece poco probable que haga cine político, dado el estilo de su filmografía, no descarta rodar en el futuro una película sobre aquellos funestos acontecimientos que cambiaron la historia de su país el 11 de septiembre de 1973.
Alejandro Amenábar
Apasionado por las imágenes, más que por los juegos infantiles, el niño Amenábar ocupaba su tiempo libre entre cintas de vídeo. Vio decenas de veces su película favorita, 2001: una odisea del espacio (1968), de Kubrick, algo que seguramente lo vincula a algunos compañeros de generación, aunque en su caso existía una peculiaridad: para Amenábar, las imágenes eran indisolubles de la música de fondo.
Una apreciación que le aficionó a las bandas sonoras, lo convirtió en coleccionista y le orientó más tarde a la composición musical y a la convicción de que, si no fuera director de cine, sería músico. De hecho, con su Macintosh, un secuenciador multipistas, un teclado, una mesa de mezclas y varios sintetizadores ha compuesto la música no sólo de todas sus películas sino también de Nadie conoce a nadie, de su amigo Mateo Gil, y La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda.
Suspenso universitario en realización
En 1990 inició sus estudios de imagen y sonido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, pero ya entonces se sentía urgido por poner en marcha sus primeros proyectos como realizador, y así lo hizo, so pena de perder no pocas clases. Cuando casi le tocaba licenciarse, abandonó los estudios por culpa de un suspenso: la asignatura era precisamente realización.
Por entonces ya había rodado sus primeros cortometrajes, en los que no sólo ejerció de director, sino también como guionista, protagonista, autor de la banda sonora y montador: La cabeza (1991), que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA), e Himenóptero (1992), cuya proyección en el Festival de Elche despertó los elogios de Bigas Luna y el interés de otro director, José Luis Cuerda, quien a partir de entonces ejerció de mecenas del joven realizador.

AÑO: 1996
DIRECTOR: Alejandro Amenábar
GUIÓN: Alejandro Amenábar, Mateo Gil
PRODUCTOR: Emiliano Otegui, y
José Luis Cuerda
GENERO: Thriller (Película de Miedo)
DURACIÓN: 125 Minutos
EFECTOS ESPECIALES: Colin Arthur
DIRECTOR DE ARTE: Wolfgang Burmann
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN: Emiliano Otegui, y
José Luis Cuerda
DIRECTOR DE FOTOGRAFIA: Hans-Burmann
MÚSICA: Alejandro Amenábar, y
Mariano Martín
VESTUARIO: Ana Cuerda
MONTAJE: Mª Elena Sainz de Rozas
PELUQUERIA: Silvie Imbert
MAQUILLAJE: Paca Almenara
SONIDO: Goldstein / Steinberg
2do. OPERADOR: Julio Madurga

Las películas snuff, son aquellas en las que se presencian asesinatos, torturas, y todo tipo violencias reales.
Desde la primera escena de la película, vemos qué es lo que interesa al director: las reacciones de los personajes, sus facciones y el diámetro de los ojos cuando se enfrentan a una serie de imágenes violentas.
¿Por qué vemos snuff? ¿Por qué nuestras manos se apresuran a tapar los ojos en un vano intento de ahorrarnos lo inevitable?
Nuestros ojos buscan las imágenes, aquellas que nos incomodan más, aquellas que nos hacen sentir impotentes, violentos, agresivamente interesados. La inestabilidad e irritabilidad se instalan en nuestra mente, desplazando la razón, implantando un régimen instintivo en el que nada sirve para frenar nuestra continua intranquilidad, el suspenso se apodera de nosotros.
"Tesis" es una reflexión sobre nuestra forma de reaccionar ante la violencia, sobre ese efecto de atracción / repulsión que produce en la mayoría de nosotros. Por eso el director prefiere enseñar los rostros de Ángela o Chema contemplando la pantalla más que lo que en ella aparece.
El espectador puede estar tranquilo ya que no verá escenas violentas. Apenas unos planos en la pantalla de una televisión serán suficientes como primer fotograma de una panorám

La sorpresa y la sumisión a las imágenes que no vemos, son las emociones y a veces no tan complicadas respuestas de nuestro organismo ante la violencia en su más cruda realidad.
ABRE LOS OJOS
FICHA TÉCNICA
PAÍS: España
AÑO:1997
DIRECTOR: Alejandro Amenábar
GUIONISTA: Alejandro Amenábar
GENERO: Suspenso/ Ciencia Ficción
EFECTOS ESPECIALES: Colin Arthur
DIRECTOR DE ARTE: Wolfgang Burmann
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN: Emiliano Otegui
DIRECTOR DE FOTOGRAFIA: Hans-Burmann
MÚSICA: Alejandro Amenábar Mariano Martín
VESTUARIO: Concha Solera
MONTAJE: Mª Elena Sainz de Rozas
PELUQUERIA: Silvie Imbert
MAQUILLAJE: Paca Almenara
SONIDO: Goldstein / Steinber
ANÁLISIS
La interpretación y actuación de los personajes es muy buena. Me gusta mucho la interpretación, en especial, de Eduardo Noriega.
El guión y la estructura de narración es compleja. Hay constantes saltos en el tiempo, Flash Back y Flash Foward.
Se mezcla realidad y ficción, pasado y presente (y finalmente también con futuro). Hay un gran número de efectos especiales. Se utilizan los sueños como fuente de suspenso ya que intercala sueños dentro de otros sueños que ni siquiera pertenecen a la realidad.La escena que más me gustó es la que César se lanza del edificio, me imagino que hacer estas tomas fue una gran aventura por lo dificil que es, pero muy bien hecho el trabajo, los resultados lo demuestran así, sin duda alguna una producción excelente.
LOS OTROS

Título internacional: The others.
Dirección, guión y música: Alejandro Amenábar.
País: España.
Año: 2001.
Duración: 104 min.
Producción: Fernando Bovaira, José Luis Cuerda y Sunmin Park.
Producción ejecutiva: Tom Cruise, Paula Wagner, Bob Weinstein, Harvey Weinstein y Rick Schwartz.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Dirección artística: Benjamín Fernández.
Vestuario: Sonia Grande.
Dirección de producción: Emiliano Otegui y Miguel Ángel González

INTERPRETACIÓN:
Nicole Kidman (Grace), Alakina Mann (Anne), Fionnula Flanagan (Sra. Bertha Mills), James Bentley (Nicholas), Eric Sykes (Sr. Edmund Tuttle), Elaine Cassidy (Lydia), Christopher Eccleston (Charles), Renée Asherson (anciana), Alexander Vince (Victor Marlish), Keith Allen (Sr. Marlish), Michelle Fairley (Sra. Marlish).
ANÁLISIS DE LA PELÍCULASin duda alguna, Amenábar sabe lo que quiere dar al espectador, con esta historia nos llenó de suspenso, de dudas, hasta cierto punto nos llevó a crearnos otra película en nuestra mente.
Los otros convoca ante el espectador un universo mucho menos localizado y preciso, un mundo difícilmente definible, de perfiles casi alegóricos, con algo de fantasía o crónica. Desde el comienzo de lapelícula sabemos que el tiempo y el espacio están tomados de la realidad (una enorme mansión aislada en la isla inglesa de Jersey, en el Canal de la Mancha, al final de la II Guerra Mundial), esa localización presenta unos contornos tan irreales, tan abstractos (sin disminuir por ello el efecto claustrofóbico, la densidad asfixiante del espacio cerrado, típicos del género de terror), que es como si el tiempo y el espacio hubieran perdido su carácter referencial y se hubieran transformado en el tiempo y el espacio de una leyenda, de un cuento tenebroso y siniestro.
La actriz principal Nicole Kidman, era perfecta para su papel, su piel blanca casi calavérica sus gestos sus grandes ojos azules nos envolvían en la trama de la película y nos impulsaba a sentir curiosidad por querer saber qué pasaría después.
Al final nos damos cuenta que la trama de la película no muestra un alma exigiendo justicia, sino una alma que quedó atrapada en algún instante de su vida.
buen concepto de la realidad vivida, la vida, la muerte, la negación y sobre todo la forma en que se toman estas situaciones.
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